Un alimento presente en toda América Latina es el protagonista de esta publicación que busca nuevas formas de usar productos al alcance de los más pobres de la región.
Pamela Elgueda T.
De entrada, flan de elote (choclo) con queso, aderezado con hojas de cilantro, una salsa natural de tomate con ajo y tortillas de maíz. Como plato principal, risotto hecho de choclo, papas, pimientos y cebolla, o camarón crocante. Y, para terminar, bombones de maíz, buñuelos o una torta cítrica.
Las papilas gustativas se activan de inmediato al leer y mirar estas y cada una de las 50 sofisticadas propuestas culinarias con el maíz como ingrediente principal, y que forman parte del Tercer Recetario de Chefs Contra el Hambre.
Una publicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO ), la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre y el Fondo de Cultura Económica que será lanzada hoy durante un seminario y seguido de una degustación.
Son catorce entradas, 22 platos de fondo, 14 postres, todas recetas originales propuestas por chefs internacionales de 18 países de América Latina, el Caribe y Europa.
"Recibimos más de 150 recetas de todo el mundo y seleccionamos, con la ayuda de prestigiosos chefs, las cincuenta que mejor se adaptaban a los criterios: ser fáciles de hacer, nutritivas, no costosas, originales y sabrosas", cuenta José Graziano da Silva, Representante Regional de FAO para América Latina y el Caribe.
A toda hora
La idea principal de este recetario es convocar a chefs de todo el mundo para que creen platos que tengan como ingrediente principal un alimento originario de nuestro continente. Por eso las ediciones anteriores se dedicaron a la papa y las legumbres. "La idea es contribuir a la recuperación de los productos originarios de nuestra región y difundir sus cualidades nutritivas, buscando mejorar la alimentación", agrega Da Silva.
El maíz, al igual que los alimentos anteriores, tiene una larga historia nutriendo al ser humano: se estima que hace nueve mil años el hombre comenzó a consumirlo. También comparte con la papa y las legumbres su diversidad de formas: se estima que en América Latina existen 400 variedades de maíz, choclo, millo o elote, los nombres con los que se le conoce desde México a Tierra del Fuego.
El tema es que se le suele cocinar siempre de la misma forma: de ensalada, molido en humitas y pastel, o como harina en las tradicionales tortillas. "Eso sucede en todo el continente", asegura Frank Villablanca, chef chileno del Hotel Manquehue y uno de los participantes del recetario. "Entonces, es bueno que las personas vean que se pueden hacer muchísimas preparaciones con este noble alimento".
Este chef se jugó con un postre: "Causa de maíz dulce". "Quise romper con la idea de que el choclo sólo se sirve en platos salados. De hecho, el maíz es levemente dulce", agrega. Su propuesta, elegantemente presentada con salsa de caramelo, hojitas de menta y crocantes de harina de maíz, luce apetitosa en el sector de postres del recetario.
Claro que la bonita presentación del plato no le quita lo sencillo y barato. José Graziano da Silva comenta que la red de chefs contra el hambre y el recetario "ha contribuido a difundir información práctica para mejorar la alimentación de las personas y aumentar la sensibilidad social frente al problema del hambre".
De hecho, comenta el representante de la FAO, hay escuelas en México "que recurren a estos recetarios para los alimentos escolares, mejorando así la nutrición de los niños".
Publicado el 15/10/2010
Fuente: El Mercurio
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